viernes, 13 de junio de 2008

Biografia de Rita Hayworth



Margarita Carmen Cansino Hayworth, más conocida como Rita Hayworth, nació en Broklynn, Nueva York el 17 de octubre de 1918 y falleció en Nueva York en casa de su hija Yasmin, el 14 de mayo de 1987, fué una de las actrices más emblemáticas de la época dorada del cine norteamericano, además del sex symbol indiscutible de la década de los años 40.

Hija del bailarín español Eduardo Cansino, natural de Castilleja de la Cuesta en Sevilla, España, y de Volga Hayworth, de origen irlandés. Rita empezó su carrera como bailarina junto a su padre, Eduardo, y con su nombre real, a la temprana edad de 13 años.
Llegó a Hollywood en 1933, y, desde 1935, comenzó a actuar como actriz en papeles secundarios, realizando muchas películas de serie B en las que sobre todo destacó por sus dotes para la danza, o por su elegante aspecto. De esta etapa destaca la película Charlie Chan en Egipto (1937, de Louis King, película perteneciente a la saga dedicada al célebre detective oriental, en la que trabajó junto a Warner Oland, que encarnaba a Chan.
Fue su marido por aquel entonces, Edward Judson, quien la lanzó al estrellato, convirtiéndola en su mejor inversión personal. Judson le consiguió un contrato con Columbia Pictures, productora que necesitaba de estrellas importantes y a quien la actriz acabaría colocando entre las primeras compañías cinematográficas ("Rita Hayworth es la Columbia", dijo Frank Sinatra, reportándole millonarios ingresos sólo con su presencia. En dicha tesitura, Harry Cohn, magnate de la productora, se enamoró de ella. La presión y las disputas por este motivo entre la actriz y el productor darían mucho de qué hablar entre los profesionales de la industria, y él estuvo toda la vida obsesionado con ella, que no respondió a sus deseos.
Su primer papel importante fue como secundaria en una inolvidable película: Sólo los ángeles tienen alas (1939), de Howard Hawks, lo que hizo que la crítica también se empezara a fijar en ella. Rita Hayworth poseía una personalidad tímida y bondadosa, que contrastaba con su fuerza y enorme impacto en la pantalla. En este film, compartía cartel con Cary Grant, Jean Arthur y Thomas Mitchell, y entre tanto talento, supo destacar. Luego rodó una deliciosa comedia junto a Brian Aherne: Una dama en cuestión (1940, Charles Vidor.
Rita ingresó triunfante en la Twenty Century Fox (compañía que años atrás la rechazara), reclamada por Rouben Mamoulian, para interpretar a Doña Sol en la superproducción basada en la novela de Vicente Blasco Ibáñez Sangre y arena (1941, Rouben Mamoulian), junto a Tyrone Powell y Linda Darnell. Esta película significó su lanzamiento como sex symbol indiscutible durante toda una década. Su carrera ya era imparable y se convirtió en una de las más grandes estrellas de su época y en la actriz mejor pagada del cine.
Luego intervino en dos comedias musicales de amplio eco popular, junto a Fred Astaire (quien la consideró su mejor pareja de baile, y a quien empequeñeció en la pantalla): Desde aquel beso (1941), de Sidney Lamfield, y Bailando nace el amor (1942), de William A. Seiter. Estos éxitos y sus dotes para el género la llevaron a protagonizar un musical ya clásico: Las modelos (1944, Charles Vidor, junto al mítico Gene Kelly y Phil Silvers, filme innovador en su día, por trasladar los números de baile de salón a ambientaciones callejeras. En esa época rodó, con James Cagney y Olivia de Havilland, un melodrama de primer orden (Pelirroja), dirigido por Raoul Walsh; una cinta biográfica junto a Victor Mature y Carole Landis, titulada Mi chica favorita (1942, Irving Cummings, y un musical que fluctúa entre la comedia y el drama de tono menor,pero bastante


satisfactorio: Esta noche y todas las noches 1945, Victor Saville, junto a Lee Bowman y Janet Blair.
No obstante, su fama como mito erótico se consolidó con Gilda (1946), de Charles Vidor, una de las grandes películas del cine negro, en la que tan sólo con un brevísimo pero sugerente strip-tease y la recepción de una bofetada consiguió récords de taquilla en todo el mundo. Dicha bofetada se convertiría en la más famosa de la historia del cine; fue propinada por su pareja en el film, Glenn Ford, en respuesta a la que Hayworth le había dado momentos antes.
La película fue un escándalo, y en países como España fue considerada "gravemente peligrosa" por la Iglesia Católica, debido a su strip-tease insinuante, en la famosa escena donde se quita un guante. Esta película la hizo inmensamente famosa, hasta el punto de que se colocó su imagen en la bomba atómica de pruebas arrojada por Estados Unidos sobre las Islas Bikini. Dado el carácter pacifista de la actriz, este hecho la indignó profundamente. También ocasionó una histérica expedición a los Andes, a fin de enterrar una copia de la película, para que se conservase en caso de un desastre nuclear.
Este momento de fama internacional también coincide con una de sus crisis en lo personal: su matrimonio con Ali Khan entró en crisis, y ella declaró a la prensa (frase que se haría célebre): «Todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo».
La suerte profesional parece ir en racha, y en 1948 rueda, junto a su nuevo marido, el director Orson Welles, un filme que fue en su día maldito pero que resultó de enorme trascendencia: La dama de Shangai
La película no tuvo mucho éxito comercial, porque Welles le cortó el pelo, la tiñó de rubio platino, le dio un papel de arpía y la mató al final de la película, cosa que no gustó mucho a su público. Sin embargo, forma parte de la mitología del cine por su narrativa, estilística y ritmo, y Rita Hayworth declaró años después que «sabía que estabamos haciendo un clásico mientras la rodábamos».
Gilda, el papel más importante de su carrera, fue también el que marcó el inicio de su declive como estrella de Hollywood, ya que nunca consiguió el mismo éxito como símbolo sexual en ninguna de sus películas posteriores. Sin embargo, fue y es la película que la convirtió en una actriz inolvidable: "Nunca hubo una mujer como Gilda", se dijo.

Otros títulos destacados de su filmografía son Los amores de Carmen (1948) y La dama de Trinidad (1952), que no lograron reeditar el éxito de Gilda, pese a repetir pareja protagonista (para el escritor y cinéfilo Terenci Moix, Rita fue la mejor 'Carmen' del cine); Salomé 1953, de William Dieterle, recreando la historia bíblica, junto a Stewart Granger y Charles Laughton; La bella del Pacífico 1953, de Curtis Bernhardt, nueva versión de un clásico de William Somerset Maugham ya adaptado para el cine con mejor fortuna en los años 20; Pal Joey 1957, George Sidney, junto a Frank Sinatra y Kim Novak, su último musical, rotundo triunfo de la actriz en su madurez física e interpretativa, rodando un número que ha pasado a la historia del género; Fuego escondido 1957, Robert Parrish, junto a Robert Mitchum y Jack Lemmon; y Mesas separadas Delbert Mann, 1958, junto a Burt Lancaster, Deborah Kerr, Wendy Hiller y David Niven
Durante los años 60 y principios de los 70 trabajó en producciones modestas, de serie B, y en algunas coproducciones europeas , mostrando su declive físico e intelectual (la enfermedad le impedía memorizar bien los guiones). De esta última etapa destacan tres títulos: El fabuloso mundo del circo" Henry Hathaway, 1965, junto a John Wayne y Claudia Cardinale; El aventurero 1967, Terence Young junto a Anthony Quinn, y La ira de Dios 1972, Ralph Nelson, que fue su última interpretación en la gran pantalla.

Rita Hayworth en 1977
Se llegó a casar 5 veces: las dos ya mencionadas, con Edward Judson y Orson Welles, pero también se casó con el príncipe Ali Khan, con el que tuvo una hija, la princesa Yasmina Khan; con el actor Dick Haymes, y con James Hill (director, entre otras, de Nacida libre).
Rita fué víctima de la enfermedad de Alzheimer en una época en que este mal no estaba diagnosticado. Como muchas personas que la padecen, se dió a la bebida ante la desesperación y el desconcierto que le provocaban los síntomas. Murió en el año 1987, a los 68 años, víctima de dicha enfermedad, que padecía desde los años 60, pero que no le fué diagnosticada hasta 1980.
Rita Hayworth es considerada uno de los mitos indiscutibles del cine, una mujer de increíble belleza e instinto para la interpretación, con una personalidad y una profundidad que trascendió su trabajo en el cine y que, como afirmó el director George Cukor, consiguió que sus fans se interesasen por la persona más que por sus personajes

Fuente:www.wikipedia.org



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