domingo, 8 de junio de 2008

Biografia del grupo Medina Azahara




El grupo Medina Azahara se formó en 1980,en Córdoba cuando estaba de moda auge del rock andaluz. Para entonces, Triana ya había publicado tres discos y se había colocado al frente de ese movimiento. Pero ese mismo año aparecían los primeros discos de Alaska y los Pegamoides, Nacha Pop, Los Secretos y Radio Futura. El grupo cordobés se asomaba a la escena rockera nacional en un momento de plena ebullición: los rockeros con raíces tocaban techo y empezaba a vislumbrarse el relevo de la movida madrileña. "En 1981, cuando fuimos a recoger un premio a la canción del verano por "La esquina del viento", en Palma de Mallorca, coincidimos con Mecano, que lanzaba su primer disco", recuerdan.
Todo empezó con Triana y aquel memorable "El patio", de repente, las raíces dejaban de ser algo denostado por En cualquier caso, relacionar a Medina Azahara con los inicios del rock andaluz no es descabellado. los rockeros para convertirse en una inagotable fuente de inspiración. Rock sinfónico, ambientes somnolientos y flamenco. Por una vez, los grupos españoles dejaban a un lado su persistente tendencia a copiar las modas foráneas y pasaban a confeccionar, artesanalmente, un estilo musical propio.
Triana dejó una huella muy honda, y tras ellos aparecieron otras bandas con similares pretensiones: Alameda, Guadalquivir, Apache, Cai, Imán... La reacción favorable del público tardó en llegar. Hasta el tercer álbum de Triana, "Sombra y luz", la radio comercial no se había hecho eco del fenómeno. Estamos en 1979, y Medina Azahara estaba a punto de aparecer en escena.El quinteto de Córdoba se había curtido en directo. Con pocos medios y mucha ilusión se habían pateado hasta el último rincón de Andalucía. De repente, reciben una oferta de CBS para grabar su primer disco. Tampoco les extrañó: tras el éxito de Triana, esta compañía discográfica se habia dedicado a fichar a cualquier grupo que más o menos encajara en la etiqueta "rock andaluz". Si eras andaluz y tenías un grupo de rock, era tu oportunidad. CBS fichó a Alameda, Apache, Imán...
Casi a todos menos a Triana. Medina Azahara fueron los siguientes.Medina tenía algo que le hacía diferente al resto de los grupos; algo que, a la postre, se ha convertido en su seña de identidad: les gustaba el rock duro. "Triana y Alameda tenían un lado más sinfónico, con ambientes densos a lo Pink Floyd", aclara Manuel Martínez. "Nosotros estábamos en deuda con el lado más duro, tipo Génesis".Manuel Martínez (voz), Pablo Rabadán (teclados), Miguel Galán (guitarra), Manuel Molina(bajo) y José Antonio Molina (batería) graban "Medina Azahara" en 1979. El resultado es rotundo: la contundencia de las guitarras colisiona con el quejío flamenco de Manuel Martínez provocando una fusión inigualable. En su repertorio, varios momentos estelares: "Busco", "Amiga", "Recuerdos del ayer"...
Pero es la arrebatada "Paseando por la mezquita" la que obtiene mayores halagos, tal es así que es considerada como el himno del grupo.Las ventas se disparan. El disco se asienta inmediatamente en una frecuencia de 6000 ejemplares semanales hasta alcanzar la cifra definitiva de 75000 copias vendidas. La consiguiente gira por toda España es un éxito. En un momento de transición para el rock español, Medina Azahara se emparenta con la esencia del rock de raíces pero también con la floreciente escena del heavy rock urbano (Leño, Asafalto). Y, sobre todo, a la gente le queda cierto regusto a grupo con futuro."La esquina del viento", el segundo trabajo, es presentado por su compañía como un disco de "desarrollos totalmente de heavy metal, pariendo una música que no nace preparada, entre aditamentos de rock duro y de andalucismos".
El nuevo disco de Medina Azahara es mucho más visceral en su planteamiento. El flamenco sigue ahí, como una referencia persistente en su música, pero el grupo consigue escabullirse del término "rock andaluz" y hacerse un hueco en el nuevo ejército de bandas heavies. "La esquina del viento", publicado a comienzos de 1981, coincide en su salida con el primer disco de Barón rojo, "Larga vida al rock and roll", y el debú de Obús, "Prepárate". Algo brutal comenzaba a moverse y el grupo cordobés no se lo quería perder."La esquina del viento" se abre con la vigorosa "El rincón de mi mente", en la que la guitarra dibuja trazos de inspiración moruna. En "Las flores blancas" y el maratón "Me invade una gran pasión" el grupo alcanza sus momentos más rabiosos; al contrario que "Una mañana de mayo" y "Amanece en la ciudad", llenas de lirismo. El pellizco flamenco de Manuel Martínez protagoniza "Tiempo de miseria", otro de los cortes más intensos.
El primer single es "La esquina del viento", un tema de estribillo adherente con la típica marca de la casa: rock poderoso y aire arábigo-andaluz.De nuevo, gira triunfal. El 30 de abril de ese año ofreció un primer concierto en Córdoba; de ahí, pasan a abarrotar grandes recintos por todo el país. Una constante en su historia. Incluso en las horas bajas del rock duro, a finales de los ochenta, Medina seguía llenando pabellones. Su prestigio en directo les lleva a ser uno de los pocos grupos españoles que consigue actuar en el extranjero. En 1983, cuando la vorágine heavy alcanzaba sus momentos de gloria, Medina Azahara es una de las formaciones incluidas en el paquete del "nuevo heavy español". Incluso llega a actuar en el club Marquee de Londres, local que acogió también a Barón Rojo y Obús.Antes de eso había visto la luz un nuevo álbum, con un título que era pura denominación de origen: "Andalucía". Un gran disco, con varias canciones de mérito ("Andalucía", "Tras el balcón", "Historias",...) que, sin embargo, no obtiene la repercusión de sus predecesores. ¿Causas? Había pasado la hora del rock andaluz.
Y además, existían "críticos" que sólo querían acabar con una gran generación de la música española, dando paso a grupos como Mecano, Nacha pop, etc. Medina estaba más involucrado con el rollo heavy, pero su toque sureño empieza a ser considerado como algo "de los setenta". Si eras andaluz y tenías un grupo de rock, éste no era definitivamente tu momento. Si además añadimos que su contrato discográfico con la CBS de Sony expira, estaba claro que el quinteto estaba abocado al fin. Medina atraviesa su peor momento, y pasan varios años de abstinencia discográfica. Algunos de sus miembros, como el teclista Pablo Rabadán, no lo soportan y arrojan la toalla. ¿Es el fin de Medina Azahara? No.El regreso se produce en 1986. Se autoproducen su propio disco, el cuarto, que editan a través del pequeño sello Tuboescape: "Caravana española". El disco les mantienen fieles a su sonido, pero la escasez de medios de la discografía les impide acceder a los medios mayoritarios.
En el disco debuta el teclista Antonio Fernández.Otros tres años de espera. Cualquier otro grupo habría entonado el adiós definitivo, pero es que Medina no era cualquier otro grupo: sin haber hecho mucho ruido, casi sin difusión, sus giras seguían siendo un paseo triunfal. En 1989, el sello recién creado Avispa, interesado en relanzar el heavy rock y sus variantes, les invita a entrar en su catálogo. Un catálogo que casi estrenan: su nuevo álbum, "...En Al-Hakim", es la referencia número ocho de esta compañía.Medina Azahara reaparece como un grupo de rock moderno. El éxito internacional de grupos como Bon Jovi otorga una nueva personalidad a sus teclados, a los que regresa Pablo Rabadán. Entra un nuevo guitarrista, Paco Ventura, poseedor de un estilo innovador. ¿Que queda del aire sureño? Evidentemente, la voz de Manuel Martínez, además de los ribetes arábigos de varios temas, la colaboración del guitarrista flamenco Vicente Amigo y títulos como "Al-Hakim... otro lugar" y "Desde Córdoba".
Pero era incuestionable que Medina Azahara había endurecido aún más su música. La tremenda labor de Carlos Martínez como productor, es innegable que ha sido decisiva para el nuevo rumbo de la banda."No nos apuntamos a ningún movimiento, sino que alcanzamos una madurez en la que el lado rockero tenía más presencia que las raíces", explica el grupo. La gente tiende a endurecerse, la sociedad se endurece. Te asomas a la ventana y compones sobre lo que ves". Como siempre, el directo vuelve a ser lo más gratificante. Tanto es así, que la banda decide que ha llegado el momento de cumplir uno de sus sueños: grabar un disco en vivo. En 1990 el grupo registra su concierto en Leganés, Madrid, para la publicación, poco después, de "En directo"."En directo" es el responsable de la segunda juventud de Medina Azahara. Recoge la furia de sus actuaciones y los grandes éxitos de su carrera musical.
Más no se puede pedir. Pero, además, el grupo no transmite la imagen de banda-veterana-que-vuelve, sino que regresa con la energía y la frescura propias de una formación que empieza. Su sonido heavy se concreta y su público no sólo abarca a nostálgicos, sino también a nuevos rockeros y ¡quinceañeras!.En 1992 Medina vuelve a encerrarse en el estudio para otra grabación: "Sin tiempo", un paso adelante en sus intenciones renovadoras. El tema estrella es una versión, cosa poco habitual, de "Todo tiene su fin", el clásico de Los Módulos de 1970. Empieza como una balada y termina con el ímpetu de un latigazo. Por supuesto, de nuevo Carlos Martínez aporta a los mandos de la producción su granito de arena al éxito del disco."Era un tema que siempre nos había gustado. Pepe Robles, el cantante de Los Módulos, había creado escuela con su estilo y sus letras poéticas", cuenta el grupo. En un principio,
"Todo tiene su fin" iba a aparecer como canción adicional en el disco compacto, casi como una anécdota. El resultado fue tan estimulante que el grupo lo escogió como primer single. De hecho, es una de las mejores versiones que se han hecho.Su nuevo disco ve la luz en 1993, "Donde está la luz" y la fama de Medina Azahara rompe fronteras. Hay discos de Medina Azahara editados en lugares tan dispares como Japón, Egipto o México y la actuación que realizan en el "Whiskey-a-go-go" de Los Angeles, es todavía recordada en aquellos lugares."Árabe", de 1995, acentúa, como el título indica, la ornamentación arábiga, por encima de la andaluza. Ese año, Medina Azahara son Manuel Martínez (único superviviente de la formación original), Paco Ventura, el batería Manuel Reyes, el teclista Alfonso Ortega y el bajista José Miguel Fernández. El álbum tiene un principio y un final, titulados en árabe ("Bidaiah" y "Nihaiah"), el tema central es "Favorita de un sultán" y cuenta con la colaboración de varios músicos árabes en instrumentos como el karakib y la derbuka.Después de casi tres años de gira continua, Medina Azahara se encierra de nuevo en el estudio para dar forma a un nuevo álbum en directo, con muchos más medios a su disposición de los que contaron en su anterior "Doble y en directo". El resultado ve la luz en los últimos días de 1997, se titula "A toda esa gente" y de nuevo, es elegida como sencillo "Todo tiene su fin".Tan solo un año después, en 1998, sale al mercado un nuevo trabajo, titulado "Tánger", donde se fusionan perfectamente la música árabe con el rock, y prueba de ello es su tema central "Danza al viento". Con este lp Medina rinde un homenaje a la ciudad de Tánger, a la que ellos denominan "la ciudad mágica". En este disco colaboran prestigiosos músicos árabes. Y sigue de manifiesto la tendencia por la música árabe de Medina Azahara.En el año 2000, y como consecuencia de su veinte aniversario, el grupo edita un nuevo trabajo titulado "Medina XX". No era para menos, después de veinte años funcionando como grupo, ellos mismos se homenajean, y se lo dedican a todos sus fans. El tema "Aniversario" es el más explicito al respecto. Incluso, se atreven a incluir en el compacto una pista multimedia con el videoclip del tema central del lp, "Tiempos felices". Vuelven con más fuerza que nunca, con más caña. Y ya no se nota tanto su preferencia por la música arábiga, sino que ponen de manifiesto su tendencia a un rock más alegre y duro. Precisamente, es en este disco cuando nos damos cuenta de que los componentes Medina Azahara pasan de ser cinco a ser cuatro. Alfonso Ortega abandona el grupo, y aún se desconocen las causas. Como consecuencia de esta extraña salida, Manuel Ibáñez es quien se encarga de los teclados a partir de entonces, pero sin figurar como un componente más, sino como un colaborador.Y tan sólo un año más tarde, editan lo que es hasta el momento, su último trabajo, "Tierra de libertad". Con el tema central que lleva ese mismo título, y en el que se pone de manifiesto el problema actual de la inmigración en nuestro país, Medina se hace eco. En este trabajo bajan un poco el listón, y se nota como la veteranía es un grado, tanto en sus letras como en la música. Además, este último trabajo incorpora una intro totalmente instrumental: "Insomnia", una peazo de introducción para un peazo de disco.Longevidad y afán por evolucionar. Esas han sido dos de las tres claves en la carrera de Medina Azahara. ¿La tercera? "Somos un grupo único, que no se parece a nadie", concluyen.Simplemente genuinos y deliciosamente originales.

Fuente:www.wikipedia.org

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